Todos conocemos los casos de Spanair en su día y, más recientemente el de Orizonia, que afectaron a muchas agencias
Como en la mayoría de actividades de mediación en la venta de servicios al consumidor final, las agencias de viajes, no quedan exentas de una serie de riesgos que pueden afectar el día a día de su trabajo. Los errores que podamos cometer al concertar los paquetes combinados, vuelos o estancias en favor de nuestros clientes y los accidentes de los medios de transportes que reservamos concentran la mayor parte de reclamaciones que reciben los agentes de viajes, pero existe una circunstancia que, desafortunadamente, se produce cada vez más y que nos afecta muy negativamente, se trata de la insolvencia o quiebra de alguno de nuestros proveedores.
Todos conocemos los casos de Spanair en su día y, más recientemente el de Orizonia, que afectaron a muchas agencias de viajes y que, teniendo en cuenta la legislación actual, fueron las mismas agencias de viajes quienes debieron asumir la responsabilidad de lo ocurrido. La Ley de Defensa de los Consumidores, en el artículo 162 dedicado a la Ley de Viaje Combinado indica que la responsabilidad será solidaria de todos los intervinientes en dicho contrato, por lo que en ausencia del proveedor, la agencia debe asumir la devolución de los importes entregados por los clientes, a pesar de que estén en posesión del mayorista.
Es más, hoy en día se producen cierres o ceses de actividades directamente, y la resolución final de estos casos y/o de los concursos de acreedores suelen tardar, a veces años. En el caso de las agencias de viajes el problema es inmediato, nuestro cliente nos conoce y nos reclama solo saberse la noticia. De hecho la responsabilidad de la agencia empieza en el momento que nuestros clientes no puede disfrutar de los servicios por los que han pagado, o peor todavía, porque no puede volver de su destino dado que no encuentra a nadie en el mostrador de la aerolínea quebrada, y este es un caso real con el que nos encontramos en nuestra correduría.
Comprobar en esos delicados momentos que nuestro seguro cubre esa responsabilidad, nos permitirá, no solo no perder dinero evidentemente, sino fidelizar a nuestros clientes y mostrarles una “cintura” empresarial que nos pondrá en valor. De ahí la importancia de tener un buen seguro.
Cada vez más las aseguradoras deben crear su productos pensando en esas circunstancias, y nuestra labor como corredores de seguros será forzarlas a ello y encontrar soluciones para nuestros clientes que sois vosotros, las agencias de viajes.
Recientemente han salido a mercado productos que cubren, hasta un capital limitado y en diferentes modalidades, esas circunstancias de quiebra. Personalmente creo que es necesario que dediquemos unos minutos al año para valorar que producto de Responsabilidad Civil tenemos contratado y analizar que necesitamos y a qué precio. Quizás ahora y después del sprint final de las ventas de verano sea un buen momento.
Que los accidentes de los medios de transporte que vendemos en nuestros viajes no nos afecten, que ante la insolvencia de uno de nuestros proveedores demos un buen servicio a nuestros clientes y que cualquier incidencia o error que cometamos derivado de la Ley de Viajes Combinados nos lo cubra nuestro seguro, es algo vital para el futuro de nuestro negocio.
Dicen que “el mejor seguro es el que no se utiliza” y se trata de una gran verdad, pero por si acaso, miremos de tener un buen seguro.
Barcelona, 19 de agosto de 2014
JOSEP GARCIA GONZALEZ
Manager Turismo
AON TAEDS
Correduría de Seguros
Déjanos tu Comentario
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.