El turismo gay, que supone sobre un 10% de la actividad mundial, es un mercado de alto poder adquisitivo, que gasta un 40%  más que el resto.

Las agencias de viajes para el colectivo LGTB (lesbianas, gays, transexuales y bisexuales) es otra de las tendencias emergentes para nuestro sector.  El turismo gay, que supone sobre un 10% de la actividad mundial, es un mercado de alto poder adquisitivo, que gasta un 40%  más que el resto y se mueve en cualquier época del año, con una asiduidad cuatro veces superior a la media. Genera un negocio de 180.000 millones de euros al año en el mundo, de los cuales más de 3.000 millones se generan en España.

El perfil del turista LGTB corresponde al de una persona de entre 30 y 55 años de edad, residente en zonas urbanas y con un nivel cultural medio alto.  Dedica más del 50% de sus ingresos a gastos en ocio y consumo personal.  Además, tiene una gran disposición para viajar cualquier época del año.

En España más de 400 agencias de viaje están especializadas en el turista LGTB, para quienes diseñan rutas y guías turísticas sobre los establecimientos específicos para este segmento o bien entre los denominados gayfriendly (con ambiente amigable para las personas LGTB).

La oferta vacacional especializada para el turista LGTB está creciendo con cruceros, hoteles, excursiones, etc y se decanta por los países en los que exista una legislación que garantice sus derechos. España, Francia, Inglaterra, Alemania,  Holanda, Estados Unidos, Brasil, e Israel son algunos de los destinos preferidos por el turismo LGTB.

La guía Spartacus mide la tolerancia de cada país respecto al colectivo LGTB. Entre los países a evitar están Afganistán, Arabia Saudí, Brunéi, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Gambia, Ghana, Jordania, India, Irán, Mauritania,  Nigeria, Pakistán, Rusia, Senegal, Siria, Somalia, Sudán y Sudán del Sur, Uganda, Yemen, o Zimbabwe.